Lo más llamativo es que no llevaron ningún libro, por lo que se sospecha que los autores perpetraron esto solo por vándalos.

Don Florentín comunicó de inmediato lo que había sucedido a las autoridades municipales, quienes se comprometieron en buscar cámaras de seguridad en las adyacencias para identificar a los responsables.

En el lugar cuentan con guardias, pero este no escuchó absolutamente nada de lo que sucedió, según el propio encargado.