Tras seis horas de negociación entre el presidente ruso Vladimir Putin y Erdogan en Sochi (sur de Rusia), ambos gobernantes anunciaron el acuerdo poco antes de las 19H00 GMT, plazo en que concluía una tregua en la ofensiva turca contra los kurdos de Siria, lanzada el 9 de octubre.
Erdogan precisó que el acuerdo con Rusia –aliada del gobierno sirio– abarca los sectores noreste de ese país, donde se desarrollaba la ofensiva de Ankara contra las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas.
La retirada de las fuerzas kurdas que se completaba la noche del martes abarca un área de 120 km de frente entre las localidades de Tal Abyad y Ras al Aín, objetivos principales de la ofensiva turca.
En cuanto a la franja fronteriza al este y oeste de este sector, las YPG deben retirarse de ella «dentro de las 150 horas a partir del 23 de octubre a las 09h00 GMT», agregó Erdogan.
A partir de esa hora del mediodía del miércoles, la policía militar rusa y los guardias fronterizos sirios «facilitarán el retiro» de los combatientes kurdos y sus armas en un radio de 30 kilómetros de la frontera, fuera de la zona.
Histórico y decisivo
Turquía y Rusia controlarán, de hecho, la mayor parte de la frontera turco-siria. “Estas decisiones, a mi juicio, muy importantes, decisivas, van a permitir resolver una situación muy tensa”, declaró Putin junto a Erdogan.
Con Putin «hemos alcanzado un acuerdo histórico para la lucha contra el terrorismo, la integridad territorial y la unidad política de Siria, así como para el regreso de los refugiados», dijo por su lado Erdogan.
Antes de la reunión, el presidente turco había descartado prolongar la tregua en el norte de Siria y amenazó con una ofensiva más intensa contra los kurdos si no se retiran en las próximas horas.
Redur Jalil, uno de los comandantes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS, dominadas por las milicias kurdas), había dicho a la AFP que cumplieron “totalmente con las condiciones del cese el fuego” y retiraron a sus combatientes de la zona de operaciones militares.