El presidente de la República, Santiago Peña, abogó ante la asamblea general de la Naciones Unidas por una integración más profunda entre los países, con resultados concretos para los pueblos, y afirmó que Paraguay está listo para tomar su lugar como país protagonista de ese proceso.
Fue durante su participación en la 80ª Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), este miércoles en Nueva York, Estados Unidos.
En la oportunidad, afirmó que los pueblos están hartos de promesas vacías, de declaraciones grandilocuentes que no se traducen en pan sobre la mesa, en seguridad en las calles y en educación para sus hijos.
En ese sentido, pidió a todas las naciones trabajar juntos por un mundo con más democracia, con más libertad, con más tolerancia, con más justicia y afirmó que el Paraguay está listo para tomar su lugar en el concierto de naciones, no como mera voz periférica, sino como verdadero actor protagónico en la búsqueda de soluciones en los problemas globales.
Como muestra de ese compromiso, anunció que el Paraguay acepta y se compromete con los objetivos propuestos en la iniciativa UN80 del Secretario General, los cuales incluyen la búsqueda de mayor eficiencia en la utilización de los recursos existentes, la simplificación de los procesos y la revisión de la implementación de los mandatos.
Así también, pidió reformas dentro de la ONU, incluyendo la implementación del balance geográfico en la designación del próximo Secretario General, para fortalecer la legitimidad y representatividad de esta Organización y una reforma profunda del Consejo de Seguridad que incluya la eliminación del veto.
Paraguay: un modelo que da resultados
En su discurso, el mandatario se refirió a los resultados positivos de crecimiento económico y reducción de la pobreza que posicionan a Paraguay como un modelo que funciona y «un modelo que genera confianza porque genera resultados».
En ese sentido se refirió al crecimiento cercano al 6% del primer trimestre de este año, la inflación controlada por debajo del promedio regional y la convergencia fiscal, así como el desempleo que ha caído a mínimos históricos.
Así también se refirió a los ambiciosos programas sociales como «Hambre Cero en las escuelas» y «Che Róga Pora», resaltando que más de 118.000 personas salieron de la pobreza en Paraguay en un solo año.
«El modelo paraguayo no es perfecto. Desde luego. Tenemos enormes desafíos y falta mucho. Pero estamos cambiando la realidad», dijo.
En ese punto, pidió tener cuidado con los modelos económicos engañosos que según dijo, vienen acompañados de autoritarismo político, vigilancia masiva y erosión de libertades fundamentales.
“Cuando aceptamos inversiones que comprometen nuestra soberanía, cuando permitimos que nuestra infraestructura crítica dependa de regímenes autoritarios, estamos hipotecando no solo nuestra economía, sino nuestra democracia”, añadió.
Ante lo expuesto, Peña abogó por una integración más profunda entre los países, basada no solo en el comercio, sino en valores compartidos: el Estado de derecho, las libertades individuales, una economía de mercado libre, la defensa de la familia tradicional y el derecho a la vida desde la concepción del ser humano.
“Por eso, la política exterior del Paraguay no se basa en puros intereses, sino en esos valores y principios compartidos”, subrayó.
Contexto internacional
En otro momento, el mandatario se refirió a la situación que se vive en Venezuela y Nicaragua, a los que calificó como alarmantes. En ese orden, expuso que, que la crisis de la democracia con más democracia.
“No con fantoches autoritarios, ni con odio o intolerancia. Debemos responder con más democracia, más república, más tolerancia, más diálogo, más derechos, más libertad”, añadió.
Asimismo, se pronunció sobre los conflictos armados en diferentes partes del mundo. En ese sentido, el Paraguay extendió su solidaridad con todas las víctimas y abogó, una vez más, por la resolución pacífica de las controversias.
“Resalto hoy, particularmente, la dolorosa situación en Haití. El momento de una acción decidida y coordinada por parte de las Naciones Unidas y, en especial, del Consejo de Seguridad, es ahora; el Paraguay lo sabe y está listo para ayudar al pueblo haitiano, que ya no puede esperar”, afirmó.
En su discurso, Peña también reafirmó la posición sin ambigüedades del Paraguay: Israel tiene el derecho legítimo a defenderse.
“Los ataques terroristas del 7 de octubre de 2023 contra civiles israelíes fueron actos de barbarie grotescos que ninguna causa puede justificar. Rechazamos cualquier intento de equiparar, sesgadamente, la responsabilidad entre las autoridades democráticamente elegidas de Israel y los líderes del grupo terrorista Hamás”, exteriorizó.
Recordó que Paraguay ha sido uno de los primeros países del mundo en designar tanto a Hezbollah como a Hamas como organizaciones terroristas internacionales y siempre ha censurado profundamente sus acciones malvadas.
“Mi país seguirá oponiéndose a quienes nieguen el valor sagrado de la vida humana, idea fundamental en la visión paraguaya sobre el ser humano. Hacemos también un llamado urgente para la implementación de una solución que alivie la situación humanitaria en territorio palestino, ponga fin a la violencia y garantice la liberación inmediata de los rehenes, promoviendo un diálogo constructivo que conduzca hacia la convivencia pacífica entre ambos pueblos y sea fuente de una paz duradera en la región del Medio Oriente”, expuso.
Por otro lado, el presidente mencionó que Taiwán merece un lugar en este foro, alegando que su exclusión del sistema de las Naciones Unidas es una afrenta que debilita la legitimidad de nuestras instituciones. Sostuvo que 23 millones de personas decentes, trabajadoras y dignas, no pueden seguir siendo invisibles para el multilateralismo.
“La cuestión de Taiwán y su estatus internacional también debe, de forma ineludible, ser parte de los debates de esta Asamblea General. Es hora de cortar de raíz este árbol de injusticia que ya tiene décadas de crecimiento y dar un lugar a China Taiwán en las Naciones Unidas”, comentó.
Un futuro distinto es posible
En su mensaje donde también afirmó que la violencia política que actualmente se acrecienta en el mundo es inmoral, intolerable y profundamente dañina, el presidente afirmó que «no es tiempo para tímidos». «Señores: o estamos del lado correcto, de la paz y la razón, o estamos con la violencia y la intolerancia», dijo.
Al cerrar su mensaje, pidió a los líderes globales trabajar para dejar a las próximas generaciones «un mundo en el que la esperanza derrote al pesimismo, la luz se imponga sobre la oscuridad, y el bien triunfe victorioso por siempre y para siempresobre el mal».
Fuente: www.ip.gov.py