“Este es un reclamo de hace dos décadas. Es la posibilidad de integrar las dos ciudades que están una frente a la otra, pero los pobladores tenían que dar una vuelta de 200 kilómetro para llegar”, comentó Silva.
El paso contará con dos puestos rigurosos de seguridad en cada margen del cruce. Incluyen casillas para distintas reparticiones públicas de frontera, tales como la Policía Nacional, Migraciones y Aduanas, entre otros, así como tareas de adecuación para la seguridad y señalética.
El cruce tendrá una implicancia directa en la economía de todo el sur del país y, por ende, en el mejoramiento de las condiciones de vida de los habitantes de aquella región, además de la integración cultural, deportivo, comercio, salud, gracias a la conexión.
El paso en un principio se evaluará el sistema de seguridad. No se podrá cruzar con vehículos de gran porte, y habrá un horario establecido para el cruce de 9:00 a 19:00 horas, tampoco se podrá cruzar caminando ni en bicicleta.
Las medidas se darán hasta que se halla evaluado la seguridad, informó Raúl Silva, secretario del Comité Ejecutivo, de la Entidad Binacional Yacyretá.