El allanamiento domiciliario se registró en el barrio Barrero Guazú, distrito de Cambyretä en Itapúa, y fue a fin de buscar evidencias del homicidio de César Osvaldo Riquelme Talavera, quien murió el 15 de octubre pasado, en un llamativo hecho, que parecía en principio, un asalto domiciliario, pero que con el correr de las horas, la investigación apuntó a un ajusticiamiento.

Aparentemente, el trasfondo sería, un conflicto familiar por la administración de varios bienes, otorgados en vida bajo poder notarial, a favor de Riquelme.

En el operativo, que fue en la casa del también fallecido suegro de la víctima, se incautaron dos rifles calibre 22 y un cargador para rifle del mismo calibre, un revólver del mismo calibre, un cartucho para escopeta calibre 12, un cartucho calibre 772, dos casquillos de proyectiles de 9 milímetros y revolver calibre 38 ya percutidos, documentos y aparatos celulares.

En el operativo no se registraron detenidos, y los objetos incautados, serán sometidos a peritaje. César Osvaldo Riquelme Talavera, quien es hermano de un concejal municipal de Cambyretä, fue ultimado de dos disparos en la cabeza y en principio, se creía que el homicidio fue consecuencia de un conflicto entre el occiso y abigeos que operan en la zona, y que los asesinos quisieron disimular un asalto para cumplir con su cometido. En la oportunidad del homicidio, los asesinos, quienes eran dos personas, se habían alzado con un rifle calibre 22, además de una escopeta calibre 12 y un poco de dinero en efectivo.