El denunciado es León Antonio González, quien ofrecía materiales de construcción a una módica suma, lo que atraía a sus potenciales víctimas, y realizaba ofertas a quienes estaban en plena etapa de construcción en sus hogares quienes eran prácticamente un blanco seguro.

Lo que atrapaba también era el costo muy inferior de lo que se puede encontrar en las empresas, y supuestamente era porque el los recibía en forma de pago.

Una vez convencidas las víctimas, los trasladaba junto con él a la ciudad de Encarnación. Una vez consumado el cobro, el hombre se excusaba de que iría a buscar al fletero, pero no volvía a aparecer.