Los antidrogas ingresaron a la residencia y aprehendieron a los dueños de casa identificados como Roberto Bordón, de 39 años y su pareja Carmen Mereles, de 27 años. Seguidamente iniciaron una intensa búsqueda por el interior y el patio de la vivienda que culminó con el hallazgo de drogas para la venta ocultas bajo tierra.
En total se incautaron del equivalente a unas 500 dosis de Crack (50,3 gramos), así como un arma de fuego y dinero en efectivo principalmente de bajas denominaciones. También quedó incautado un automóvil.
Llamó la atención de los intervinientes la cantidad de joyas, celulares y elementos electrónicos encontrados en el lugar y se presume que los mismos eran «canjeados» por drogas a los consumidores que generalmente recurren a los hurtos o robos, generando una cadena delictiva a partir de la venta y el consumo de las drogas.
El fiscal interviniente Abg. Celso René Morales dispuso la remisión de las evidencias y detenidos a la Base Regional de la SENAD para su guarda y custodia.