La Nación fue el único medio paraguayo presente en la conferencia, donde Lior Haiat, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, dio la bienvenida a los periodistas de medios iberoamericanos y luego presentó a Henrique Cymerman, destacado periodista israelí de origen portugués, corresponsal y referente en el Medio Oriente para medios y agencias de noticias de todo el mundo.
Cymerman, además de ser un reconocido periodista, experto en temas de la región, es también presidente de la Cámara de Comercio Israel – Países del Golfo, organismo recientemente creado tras la normalización de las relaciones diplomáticas y comerciales entre su país y los EAU.
El Acuerdo Abraham posiblemente va mucho más allá de lo que la gran mayoría de personas en el mundo han comprendido. Cymerman explica durante su presentación que lo sucedido en Washington no es más que el corolario de lo que hace décadas se ha venido gestando en el Oriente Medio y que tuvo una etapa de aceleración desde la llamada Primavera Árabe, cuando se iniciaron revueltas en varios países de la región, comenzando por Túnez para luego ir a Egipto, Siria, Libia, Argelia o Yemen.
Estos países musulmanes sunitas árabes, en donde se han gestado revueltas desde el 2011, comparten entre sí la particularidad de ser repúblicas, no monarquías como Arabia Saudita, EAU, Bahrein, Kuwait, Omán o Qatar. Explica Cymerman que esto se debe a la creencia islámica de que los reyes son designados por Dios y todos descienden del profeta Mahoma. De ahí al respeto por las monarquías y el motivo por el cual no se han originado revueltas durante la Primavera Árabe en esos reinos.
“Esta situación actual es similar a las frecuentes tormentas de arena que se forman en el Oriente Medio, que nos permiten ver solo unos metros delante nuestro, pero no nos permite comprender qué está sucediendo. Sin embargo, ahora que la arena se ha asentado, podemos entender todos estos cambios geopolíticos que se están dando de manera apresurada, pero en realidad se han venido gestando desde hace bastante tiempo”, explica el periodista israelí.
El experimentado periodista, quien es muy cercano a la élite política de Israel y de los reinos del Golfo Pérsico, afirma que siempre se había preguntado por qué en el 2002, cuando la situación con los palestinos estaba en su peor momento, en plena “intifada” (insurrección en árabe), con actos terroristas cada día y asomaba además un nuevo enfrentamiento con Siria, la Liga Árabe se reunió en Beirut (Líbano) y había propuso a Israel iniciar un camino hacia la normalización de las relaciones.
Una entrevista a un importante integrante de la familia real saudí lo sacó de la duda, respuesta que se fue replicando tanto en políticos y altos mandos militares de otros países de la región: “Simplemente tenemos enemigos comunes”. Esos enemigos no son otros que los chiítas iraníes, quienes, al igual que sus antecesores, los persas, siempre están buscando obtener la hegemonía en Oriente Medio.
Irán no solo amenaza a Israel, sino que también lo hace con Arabia Saudita, Egipto, Jordania y los EAU. Pero esa amenaza común que tienen todos los países sunitas ante la presencia iraní no es el único motivo que los ha llevado a meditar durante décadas a los árabes para luego tomar una decisión que ha comenzado por Egipto en 1979, Jordania en 1994 y ahora EAU y Bahrein. No hay opción militar en contra de Israel que pueda llevarlos a una victoria.
Israel, la nación startup
A Emiratos Árabes Unidos también le ha atraído el concepto nación startup, la esencia de la transformación positiva que ha sufrido Israel en los últimos 25 años. Ellos no quieren ser compradores ni usuarios de las innovaciones tecnológicas que Israel entrega al mundo, sino que quieren ser parte de ellos.
El factor demográfico también pudo ayudar a empujar a los líderes árabes a tomar estas decisiones. Los príncipes herederos y los jóvenes políticos, que cada vez son más, están ocupando lugares preponderantes en la administración de los reinos del golfo, ven a los conflictos del siglo XX de la misma manera que se ven las guerras de los romanos, algo que forma parte de la historia y tiene una presencia lejana.
Todos estos factores explican el motivo de estos enormes cambios en la región, que no han sido de la noche a la mañana. Hace como 20 años, diplomáticos de Israel se expandieron de manera oculta por varios países vecinos y comenzaron a crear contactos para el futuro, todo esto con conocimiento implícito de los líderes de estas naciones árabes. Los resultados se han visto reflejados en la creación de al menos 500 empresas israelíes desde el 2000 en varios reinos del Golfo, aunque hayan tenido que ocultar su procedencia.
Estos acuerdos son la esperanza de que las naciones de la región puedan respetarse mutuamente y con seguridad otros líderes árabes en los próximos meses o quizás años seguirán el camino de EAU y Bahrein.
Los palestinos, grandes ausentes
Los palestinos son los grandes ausentes en esta caravana de acuerdos de paz, en la cual sus propias autoridades, tanto en Cisjordania (al Fatah) como en Gaza (Hamas), decidieron no participar. En la Franja de Gaza no encontraron mejor manera de reaccionar al acuerdo de paz entre Israel, EAU y Bahrein, que lanzando al menos 12 cohetes hacia poblaciones civiles del sur de Israel, donde seis personas resultaron heridas y se registraron algunos daños materiales.
EAU y Bahrein son acusados de traidores por los palestinos, por considerar que han traicionado a su causa. Sin embargo, es muy probable que a medida que otros países árabes se sumen al Acuerdo Abraham, los palestinos tengan más y mejores herramientas para una nueva negociación con Israel.
Cymerman recuerda cuando en el 2018 viajó a Abu Dhabi, invitado por los miembros de la realeza emiratí, y se dio cuenta de que algo ya se venía gestando cuando en el aeropuerto le exigieron su pasaporte israelí, algo absolutamente impensado solo meses atrás. Ya dentro del Palacio Real en la capital del emirato, el príncipe heredero lo llevó hasta una de las ventanas que daba al Golfo Pérsico y le señaló algunas luces. “Esas luces que ves, eso es Irán y ellos si pudieran hacerlo, ya estarían aquí y es por eso que tenemos que unirnos”, le dijo.
Poco o nada se habló de la cuestión palestina en ese momento. En foros donde convergen israelíes y árabes, la agente palestina ya no ocupa el primer lugar de interés, lastimosamente está bastante después, pero esto no es culpa de árabes ni de israelíes, sino es la consecuencia de una postura cerrada de las propias autoridades palestinas, tanto en Cisjordania como en Gaza.
La firma del Acuerdo de Abraham hizo que Israel desistiera de su intención de anexar a su territorio 30% de la parte cisjordana donde se encuentran viviendo colonos israelíes y quién dice que esta paz, que sin dudas se va a extender a otros, no pueda ser tener como resultado final la creación de un Estado palestino para poner fin definitivo a un conflicto que en los papeles lleva más de 70 años, pero que en la realidad ya suman milenios.
De piratas a científicos
Hasta bien entrada la década de los 60, los pobladores emiratíes eran conocidos como pescadores o buscadores de perlas y el país era un centro de piratas en las aguas del Golfo Pérsico, pero hoy están inmersos en proyectos futuristas y tecnológicos. De hecho, en julio pasado, los EAU lanzaron una sonda que se encuentra actualmente rumbo al planeta Marte.
Cymerman comenta que quedó sorprendido cuando le presentaron a dos jóvenes, vestidos a la usanza tradicional árabe. Uno de ellos era el ministro de Asuntos del Futuro y el otro, el de Asuntos de Cibertecnología, ambos formados en la Universidad de Stanford, en los Estados Unidos.
“Estamos creando algo distinto, estamos enviando naves a Marte y queremos colaborar con Israel en todo lo que sea ciencia y tecnología”, fue el mensaje que le transmitieron los dos jóvenes profesionales emiratíes. Antes de la firma del Acuerdo de Abraham, científicos de ambos países se adelantaron e intercambiaron sus conocimientos y trabajos realizados en pos de lograr una vacuna contra el COVID-19, proyecto que se encuentra en etapa de pruebas en el laboratorio Migal, en la Galilea.
Resta por conocer quiénes serán los cinco o seis países siguientes que se unirán a esta caravana de la paz que recorre las arenas del Medio Oriente. Se especula con que el próximo sea Omán, quien al parecer ya dio su aprobación, pero no se hizo el anuncio el martes pasado para no restarle brillo a la decisión tomada por Bahrein.
Sudán también ha solicitado ser considerado como un probable firmante del Acuerdo de Abraham, mientras todos miran hacia Arabia Saudita, la “abeja reina”, como la describió Cymerman, sabiendo que tras ella los demás no dudarán en seguir sus pasos, pero para ello, en la opinión del periodista Henrique Cymerman, faltan aún unos cuantos años, quizás con otro rey.
El presidente Trump, el gran realizador de estos acuerdos, a través de su yerno, Jared Kushner, dijo en un momento de la presentación de los acuerdos de paz en la Casa Blanca, el martes pasado, que de triunfar en las elecciones de noviembre próximo, haría todo lo posible para agregar a Irán a estos acuerdos de paz.