En una rueda de prensa, Cuomo agregó que, hasta el momento, se han registrado 73 casos con síntomas similares y que se está estudiando el fallecimiento de otros menores, por si también estuvieran vinculados con la pandemia.
El miércoles, el Departamento de Salud alertó al personal y a las instituciones públicas de que un total de 64 niños se encontraban hospitalizados en el estado de Nueva York con una enfermedad que podría estar relacionada con el COVID-19.
Cuomo, aunque calificó estos casos de «poco comunes», subrayó que se están detectando evidencias de que el COVID-19 está causando «enfermedades graves» en niños con síntomas similares a la enfermedad de Kawasaki y a un síndrome parecido a un «shock tóxico».
El Departamento de Salud explicó esta semana que se creía que los niños tenían un «síndrome inflamatorio múltiple pediátrico», pero descubrieron, posteriormente, que habían dado positivo a las pruebas de coronavirus o al test de anticuerpos.
El gobernador, en un mensaje posterior a través de su cuenta de Twitter, matizó que «se cree» que las complicaciones que llevaron al fallecimiento del menor fueron causadas por el COVID-19, y lanzó una alerta a las familias con hijos para que estén vigilantes ante posibles síntomas de sus hijos.
En este sentido, Cuomo apuntó que estos niños habían presentado fiebre prolongada durante más de cinco días, dificultad para alimentar a los bebes o de rechazo de bebidas líquidas debido a su gravedad.
También apuntó un fuerte dolor abdominal, diarrea o vómitos, así como cambio de color en la piel, dificultad de respirar o respiración muy rápida, disminución en el número de micciones, irritabilidad, confusión y adormecimiento, entre otros posibles síntomas.
Estados Unidos alcanzó este jueves la cifra de 1.254.740 casos confirmados de COVID-19 y la de 75.543 fallecidos, de acuerdo al recuento independiente de la Universidad John Hopkins.
El estado de Nueva York se mantiene como el gran epicentro de la pandemia en Estados Unidos con 327.469 casos confirmados y 26.144 fallecidos. Solo en la ciudad de Nueva York han muerto 19.540 personas.